Book an appointment with Guzmán using Setmore
tiempo estimado de lectura : 2

Antes de empezar a contarles el proceso y la historia de esta guitarra quiero decir lo siguiente: lo más valioso que tiene cualquier objeto no es su valor monetario actual sino el valor sentimental que le damos. Las cosas son valiosas por los momentos que nos hicieron vivir y por los recuerdos que nos han dejado.

Es algo totalmente arbitrario y relativo a cada persona, porque yo no gastaría en arreglar muchas de mis cosas, simplemente compraría otras nuevas, pero si todo fuera así no exisitiría el concepto de "restauración". Hay cosas que son importantes, que tienen historia y que valen por ese simple hecho.

Ahora sí, entrando en tema y para un pantallazo general introductorio, veamos sobre lo que había que trabajar:

Algunos golpes, la pintura quemada en general (me sorprendería que con 30 años no lo estuviera). El trabajo empieza complicado desde este punto, porque la elección del color era fundamental. Probablemente, fuera la parte más crucial de todo el trabajo. Sé que no les copa mucho leer, así que el siguiente video explica un poco el tema del color y el problema que presentaba.

Tomamos una muestra de lo que parecía ser el color correcto y logramos el tono más cercano a eso. Sin embargo, como no teníamos idea de como era ese color en realidad, le pedimos al dueño que se arrimara y confirmara el tono así se lo ajustabamos a lo que el quería o consideraba que estaba correcto.


El color que se decidió al final fue ese rosa con mucho perlado. Un color muy lindo. Me encanta ese tono aunque sé que no es un color muy popular actualmente. Creo que estar todo el día con colores me cambió un poco el gusto en cuanto a los mismos.

Sobre la restauración en sí, subimos un Reels a Instagram. Lo pueden ver ACÁ. Un poco resumido porque falta la parte de arreglar la madera y de la aplicación y lijado del primer que en sí es lo que en esta clase de trabajo hace que la pintura termine viendose como se ve.

Quedó —en mi humilde opinión— increíble. Fueron muy gratificantes, además, las palabras del dueño y su emoción por volver a ver su guitarra en ese estado. Sin duda, de las cosas más lindas que tiene esta profesión.

Si alguno le gustan, como a mi, las historias de las cosas les comparto lo que me contó su dueño, porque a mi me parece interesante:

"Es una guitarra del 1992 que sólo se fabricó en Japón del 91' al 93'. Habían tres versiones: una roja, otra azul, y la violeta. 

En 2008 se hizo una reedición, pero sólo en los colores rojos y azul. Las violetas son una reliquia, es virtualmente imposible encontrar una hoy en día. Aparece una cada 3 meses aprox publicada en USA, y no baja de los 2500 usd. 

Todos los ejemplares que vi, a pesar del estado en el que estén, tienen el mismo tema con la pintura oxidada. Prácticamente no existe casi ninguna que mantenga el color original, salvo que la hayan conservado MUY bien. 

Aproveché que estaba rayadisima como excusa para repintarla, porque de otra manera no lo hubiese hecho. La verdad no veo la hora de verla en su color violeta. 

Son fabricadas en Japón, en la fábrica fujigen, en la época dorada de Ibanez. Tuve mil guitarras, carísimas, baratas, pero ninguna se acercó al mojo que tiene esta. No sé si fueron los años realmente o la excelente calidad de la viola que no son como las de ahora. Si hablamos de autos como ejemplo, sería como un Supra mk4."

En fin, un trabajo muy lindo, muy bien hecho y que me dejó muy contento. Tanto porque me encanta trabajar en equipo con otros talleres, como por el agradecimiento y la buena onda del dueño, que dicho sea de paso le demoramos un poco más de la cuenta, con la pintada y el armado así que aprovecho para pedirle disculpas publicamente.

Abrazo a todos y hasta la próxima.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.